ENTREVISTA A MARIO ARTECA
Entrevista realizada por Adela Nicotra, en relación a la participación de Arteca en la Antología "Un Páis Imaginario. Escrituras y Transtextos, 1960-1979" de Maurizio Medo
(foto de Matías Domíngez)
- ¿Qué lo hizo animarse a estampar su firma junto a la de Maurizio Medo en esta segunda edición del libro?
La coautoría para esta segunda edición de "Un país imaginario" es una consecuencia lógica (y una propuesta generosa de Maurizio) del primer volumen editado en Ecuador. Si bien aparezco encabezando (por una cuestión de edad) la publicación de Ruido Blanco, siempre mantuve directa relación con la edición del libro, con el contenido del excelente prólogo-ensayo de Medo. En esta segunda edición, tanto Maurizio, como Benito Del Pliego y yo, hemos trabajado en conjunto, vía mail, para ampliar el ensayo, a raíz también de la aparición de nuevos nombres en la muestra que se editará en Amargord. Firmar ese libro resultó sencillo, sobre todo porque una serie de cambios de opiniones por las redes electrónicas que mantuvimos Maurizio y yo, con otros poetas (los de "Poesía ante la incertidumbre", de Visor), no ha hecho sino ponerme en medio del campo de disputa. El compromiso con el libro es el compromiso con algunas ideas y formas de escrituras, que muchos escritores defendemos más allá de cualquier operación editorial que se interponga. "Un país imaginario" es un libro un poco mío también; y no pensé un minuto en dejarlo solo ante la crítica.
2. ¿Cómo definiría la propuesta del libro si tuviera que definirla en breves palabras?
"Un pais imaginario" es una cinta elástica de propuestas estéticas, muy diversas, que muestran el grado de combustión del lenguaje existente en las escrituras de buena parte de los poetas latinoamericanos actuales. Lo llamativo de este libro es que coexisten propuestas tan diversas, desde el objetivismo y la vanguardia concretista, el neobarroco y el automatismo, o el experimentalismo, etc. Cuando Medo hablaba, con relación a este libro, de la elección del período a compilar (1960-1979), es porque "Un país imaginario" intenta mostrar los efectos que las diversas crisis consiguieron en la escritura latinoamericana. Y esto es así, perfectamente comprensible. Cuando el suelo se mueve (por dictaduras, rupturas personales, debacles económicas de nuestros países), el lenguaje encuentra una superficie movediza. De alguna manera, este libro intenta mostrar los efectos de ese movimiento telúrico interno, cuyas consecuencias se reflejan en lo heteróclito de las propuestas literarias.
3. ¿Cuáles son las características predominantes de las escrituras reunidas? ¿La considera una "reunión de escrituras latinoamericanas o más bien "un grupo de escrituras que surgen en América Latina?
Para decirlo de una manera un poco deleuziana, el desplazamiento de sentido es la marca de este libro. O aún mejor: el desplazamiento de sentido que no promueve lugar seguro para la intervención poética. Me da la impresión que este libro se trata más bien de una reunión de escrituras que "surgen en América latina", básicamente porque intentar darle a ese tome de poemas una pretensión de canon sería un error conceptual, y también estratégico. No es que niegue ciertos cánones, pero en este caso, lo interesante es ver qué tipo de vinculaciones pueden existir entre las escrituras, siempre partiendo de la base de la heterogeneidad de propuestas. Lo vinculante, eso sí, es que cada una de las poéticas, asume sus riesgos (la incomunicabilidad, el juego los límites lingüísticos, la variación formal, el trabajo de contraste con la tradición, etc.), por eso "Un país imaginario" no sólo no es canónico, sino que no señala con el dedo a estéticas contrapuestas. Esa es tarea de la Inquisición.
"Un pais imaginario" es una cinta elástica de propuestas estéticas, muy diversas, que muestran el grado de combustión del lenguaje existente en las escrituras de buena parte de los poetas latinoamericanos actuales. Lo llamativo de este libro es que coexisten propuestas tan diversas, desde el objetivismo y la vanguardia concretista, el neobarroco y el automatismo, o el experimentalismo, etc. Cuando Medo hablaba, con relación a este libro, de la elección del período a compilar (1960-1979), es porque "Un país imaginario" intenta mostrar los efectos que las diversas crisis consiguieron en la escritura latinoamericana. Y esto es así, perfectamente comprensible. Cuando el suelo se mueve (por dictaduras, rupturas personales, debacles económicas de nuestros países), el lenguaje encuentra una superficie movediza. De alguna manera, este libro intenta mostrar los efectos de ese movimiento telúrico interno, cuyas consecuencias se reflejan en lo heteróclito de las propuestas literarias.
3. ¿Cuáles son las características predominantes de las escrituras reunidas? ¿La considera una "reunión de escrituras latinoamericanas o más bien "un grupo de escrituras que surgen en América Latina?
Para decirlo de una manera un poco deleuziana, el desplazamiento de sentido es la marca de este libro. O aún mejor: el desplazamiento de sentido que no promueve lugar seguro para la intervención poética. Me da la impresión que este libro se trata más bien de una reunión de escrituras que "surgen en América latina", básicamente porque intentar darle a ese tome de poemas una pretensión de canon sería un error conceptual, y también estratégico. No es que niegue ciertos cánones, pero en este caso, lo interesante es ver qué tipo de vinculaciones pueden existir entre las escrituras, siempre partiendo de la base de la heterogeneidad de propuestas. Lo vinculante, eso sí, es que cada una de las poéticas, asume sus riesgos (la incomunicabilidad, el juego los límites lingüísticos, la variación formal, el trabajo de contraste con la tradición, etc.), por eso "Un país imaginario" no sólo no es canónico, sino que no señala con el dedo a estéticas contrapuestas. Esa es tarea de la Inquisición.
Posteado por Angela Barraza Risso
el 11:36. etiquetado en:
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