Amanda Durán
AMANDA DURÁN, Escritora y periodista, nació en Santiago -Chile- en 1982. Ha publicadoZona Primavera (RIL, Chile) Ovulada (Mago Editores, Chile 2007 ) este último reeditado por Editorial Amargord (Madrid, España 2008) y Antro (La Propia, Uruguay 2010).
ANTRO
Misa para señoritas
[fragmentos]
Cantado:
Vas a entrar en este cuerpo cada día para matarlo pero muerto no te servirá
Anoche “Dios” bailaba en sus mejillas como una mancha.
Muñequita quieta casi de trapo
juega porque no sabe,
porque no quiere,
porque tiene la lengua mordida de leche porque no es leche.
Detrás de la puerta
la puerta.
el sueño perfecto para atascarse
el sueño
en su faldita rota como un fantasma.
Perdida -como su madre-
huele a baño y cloro huele
a reina de bastos placer
de callecita oscura
hija ilegítima
error perfecto
en el nombre del padre
y en tu vientre
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle
Desde ahí te espero con la carne agria ahogando tu piel
Nadie me va a quitar tu sabor de muerta,
cantando en medio de la noche con el vestido en sangre.
Porque en esa ruptura de tu lengua descansa la soledad acurrucada y cadáver
Parte II
Canto a la Perestroika
Con la boca llena de blonda vomita encaje y portaligas,
la siempre negra siempre arrastra un tumor de semillas
viejas, angostas, traposas semillas florecidas,
incrustadas en su piel de muñequita punk.
Tan desnuda toda, inmensa era
una cicatriz rugiendo océano,
rugiendo líquida en ese,
el último alarido de su sexo,
un gemido esponjoso o consumido.
Esa noche la ciudad era un catre
un lecho de bultos,
cada bulto una muerte
crujiente esa noche un llanto
que acanalada o celeste aullaba (arcadas)
arcadas
arcadas
arcadasque rompen el labio
y una pierna negra,
tanto,
se deja lamer la angustia.
(otra vez arcadas)
Esta noche su piel es el discurso
este poema puede ser su piel o ella la hoguera
que lo empapa todo de ceniza.
Tan linda : chorreando papeles del encaje.
Dibujos rojos,
más rojos que su carne;
fotografías instantáneas del biógrafo infectadas de Pachulí.
Ahí Paría la under-póstuma, negra como dije,
ronroneando los nombres de sus hijos
con el llanto sofocando el que pudo ser corazón y fue desgarro.
cansada paría
con la carne saturada de ternura
amontonada
dejaba brotar una sonrisa, esa
que cargaba a cuestas el patio 29
y una cuna sin niño acurrucada.
Un canto de protesta se enrosca en su cuello
un niño blanco, transparente como Dios
cayéndole a pedazos del rosario, ruego adentro, en la arteria y sonoro,
tan chiquito que pudo ser mentira.
Es un parto que no termina nunca
Un gorjeo suave o urgente
Tan cerca de la piel que puede herirte.
Ella se desploma en mi boca
es un desagüe.
Parte III
Lamentaciones
Todas las estaciones del metro están vacías
Trepan apenas unos niños las paredes con su textura de arañas.
Alameda hacia abajo es un funeral constante,
un ruido de trenes que se agolpa en la entrepiernas de la que no pudo parir más hijos.
Ya nadie piensa en suicidarse,
Quitarse la sombra al borde del anden y repetir a media voz un poema de Bertoni a una chica de grandes tetas,
ya nadie sabe poemas de Bertoni, pero la chica sigue ahí.
Ella vuela en este vagón vacío
nocturna, enorme, torpe y vieja
la memoria es un asco
la mujer que no grita es un asco
se retuerce en este vagón como una polilla habitada por gusanos
muriendo una y otra vez en esta estación del metro
justo en el reflejo de una publicidad rosada que apenas se lee,
Está triste, tal vez siempre estén tristes las mujeres muertas
Con pedazos de piel pegados al holograma que son
Como quien dibuja alaridos en el aire.
Se ve linda así, vacía y frágil,
como una virgencita de yeso.
Posteado por Editorial FUGA
el 11:06. etiquetado en:
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