Juan Carlos Urtaza
J. C. Urtaza. Barros Luco 1982. Descendiente de inmigrantes Vascos. Creció viajando. En un internado de Arica aprendió a pelear a mano limpia y a plantar lechugas en el desierto.
Destacado boxeador amateur. Una persona relativamente sencilla, un hombre enamorado, un escritor lento, pero no indeciso.
Ha recibido diversos reconocimientos literarios, y el dinero, se lo ha gastado bebiendo con sus amigos.
Publicó "Knock Out" el año 2009
"No hay mano" el año 2012.
Poemas de Knock Out y No hay mano
Si un hombre muere en el Ring
Es un desastre
Las autoridades se inquietan
Los médicos se pronuncian en contra de los golpes
La iglesia se opone
Si un hombre muere en una carrera automovilística
Es lamentable
Las autoridades se resignan
Los médicos se pronuncian en contra de la velocidad
La iglesia reza
Si muchos hombres mueren en una guerra
Es un negocio
Las autoridades manejan ese negocio
Los médicos atienden a los heridos
La iglesia guarda silencio.
Eso de que nadie va a venir a golpear tu puerta
o por trabajo o por amor
que los días pasan imitándose lenta y pesadamente
endureciendo como el pan
en los rincones donde no llega
la risa ni el hambre
donde el sol se retira de las venas
de los muros
de la tinta del silencio
de éste inmueble solitario de un tercero /del 62
donde nadie viene a veces un amigo
desde la punta del abismo a la fisura del pie
matemáticamente solo
buscando la sal y el aire
eso de que nadie va a venir cuando sea tarde
entre los cuadros del parquet
las líneas de la mano
la tiza de los días
las manos de los niños en los muros
eso de que nadie va a venir cuando sea tarde
Las manos me las regaló mi padre él las guardó para mí
cuando perdió las suyas
yo no conozco del mundo más que estas manos
amanecen y se duermen conmigo
como avispa
latiendo punzado
con ellas he golpeado zurdos y ebrioshe tocado mujeres piedras y llanuras
con la suavidad de la llama
o de la espuma
me gusta saber que son mías
cuando bailan en la oscuridad y me encuentran
sin perderse del todo
siempre regresan
ellas nunca sacan cuenta de los días
no cuantifican nada
en sus dedos no hay matemática ni estadística
he perdido las uñas escapando por murallas
pero vuelven a brotar
he perdido la piel que cubre sus nudillos
y aquí están todos cubiertos nuevamente
como la lluvia cubre los desiertos
de flores amarillas
que parece fuera el color de la esperanza
y la locura
pero bien sé que un día con estas mismas manos
cargaré a mi padre
como cargué a mi abuelo cementerio arriba
sé que son una palabra que no deja
que no quiere
papel mariposa o cuncuna
que te quisieron a ti
hasta soltarte un día
y
yo que pensé
que se quedarían solas
o contigo para siempre
y ya ves
no hay mano
no hay mano para eso.
Todos sangramos de una ceja
ves como sangran las mías?
es un chorrito inofensivo
dí que has visto peores
que no te asusta ni conmueve
dí que tu sangras también
que hace bien perder un poco
que lo importante es
lo que se queda
lo que no puede salir
lo importante eres tu tratando de curarme
con ese pañito húmedo
tu cara de falso enojo
como de madre huraña
tan linda que dan ganas
de romperse nuevamente
las cejas
las manos
o el corazón
Posteado por Angela Barraza Risso
el 20:22. etiquetado en:
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